La búsqueda de los/as psicólogos/as sociales de formas de abordar la desigualdad intergrupal, se ha centrado en uno de los dos enfoques que hasta ahora se habían considerado incompatibles: a) la reducción de prejuicio, que sostiene que cambiar las actitudes negativas individuales de los miembros de grupos aventajados eliminará la base de la discriminación y conducirá a la armonía intergrupal; y b) el enfoque de acción colectiva, que sostiene que la visibilización de las desigualdades, la protesta social y el activismo, pueden mejorar la posición social de los grupos desfavorecidos.
El problema es que investigaciones previas muestran que los esfuerzos por reducir prejuicios pueden ser contraproducentes para el cambio genuino de las relaciones de poder. En el modelo AMIGAS se propone el compromiso multicultural como motor para integrar la mejora de las actitudes intergrupales, así como la promoción de la acción colectiva para la reducción de la desigualdad.